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Es un patrón de alimentación que alterna entre períodos de ayuno y de comer. No especifica qué alimentos comer, sino cuándo comerlos. Los métodos comunes incluyen el ayuno diario de 16 horas o el ayuno de 24 horas dos veces a la semana. El ayuno intermitente puede contribuir a la pérdida de peso, mejora del metabolismo y posiblemente a la longevidad.
Esta estrategia implica ajustar la ingesta de carbohidratos en función de las necesidades diarias o los objetivos de entrenamiento. Puede incluir días de alto, medio y bajo consumo de carbohidratos. Esta técnica es popular entre atletas y culturistas para maximizar el almacenamiento de energía muscular y la pérdida de grasa, mientras se mantiene la masa muscular.
Se refiere al proceso de contar los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) para alcanzar objetivos específicos de salud y fitness, como perder peso, ganar músculo o mantener un estilo de vida saludable. Implica calcular la ingesta diaria recomendada de cada macronutriente en base a factores individuales como la edad, el sexo, el peso, la altura y el nivel de actividad física.
El entrenamiento cardiovascular, también conocido como cardio, incluye ejercicios que aumentan la frecuencia cardíaca y la resistencia del sistema circulatorio. Beneficioso para la salud del corazón, la pérdida de peso y el aumento de la resistencia, ejemplos comunes incluyen correr, nadar, ciclismo y clases de aeróbicos. Se puede practicar a diferentes intensidades según los objetivos y la condición física de la persona.
Se refiere a las prácticas y hábitos que contribuyen a una noche de sueño reparador regularmente. Una buena rutina de sueño es crucial para la salud física y mental, afectando el metabolismo, la función cerebral, el rendimiento en los entrenamientos y la recuperación muscular. Incluye aspectos como la regularidad en los horarios de sueño, crear un ambiente propicio para dormir y evitar estimulantes antes de acostarse.
Es el proceso de reducir la grasa corporal a través de una combinación de dieta, ejercicio y cambios en el estilo de vida. Esto generalmente implica crear un déficit calórico (quemar más calorías de las que se consumen), realizar entrenamientos de fuerza para mantener la masa muscular y seguir hábitos alimenticios saludables. La pérdida de grasa sostenible y saludable implica cambios graduales y consistentes en lugar de soluciones rápidas.
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